Torre de Castilnovo

Ubicada en la playa de Castilnovo de Conil de la Frontera, en el año 1931 fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

Torre edificada en el siglo XVI, de la mano del Duque de Mediana Sidonia, Juan Alonso Pérez de Guzmán y Zúñiga, la Torre de Castilnovo cumplía una doble función: vigilancia ante los posibles ataques berberiscos y estaba al servicio de las almadrabas, ya que tenían que avisar si se avistaban los grandes bancos de atunes rojos. Se conoce que está construida cerca de la desaparecida Torre del Conilejo, que cumplía las mismas funciones.

En su origen fue una pequeña fortaleza con una pieza de artillería para defender la costa. A su alrededor se edificó un cercado, aún se puede ver su perímetro, que servía de alojamiento tanto para los trabajadores de la almadraba como para los mercaderes que venían a comprar el atún.

La fortaleza tenía alcalde con voz y voto en el cabildo de Conil, y estuvo vigente hasta el terremoto de Lisboa de 1755 que provocó un maremoto que la destruyó, quedando solo la Torre de Castilnovo. Cerca de la torre se encuentra uno de los dos monolitos que se usaban para calar la almadraba de buche.

Actualmente en su cubierta ha anidado una colonia de Ibis Eremita, un ave en peligro de extinción que recientemente se ha introducido en la comarca de La Janda dentro de un plan de recuperación.